Según algunos estudios, series televisivas pueden reflejar las situaciones
de sufrimiento que viven los protagonistas de las series de televisión.
Breaking bad es una de estas series que producen estrés, Según un estudio realizado por el Instituto Max Planck de Ciencias Cognitivas y del Cerebro de Leipzig (Alemania) ha demostrado que todas las situaciones que viven los personajes durante sus aventuras televisivas pueden trasladarse al espectador.
Walter White (Bryan Cranston) protagonista de Breaking bad es uno de los causantes del estrés que puede producir a estas personas que lo ven, como por ejemplo en la escena en la que aparece sin pantalones y apuntando al infinito con un
revólver puede «contagiarse» al espectador.
Homeland es símilar a Breaking bad por lo que ocurre lo mismo, muchos espectadores empatizan tanto con Carrie (Claire Danes), la
protagonista de la serie, cuando se convierte en una persona llena de
ansiedad al enomarse de Brody (Damian Lewis), que llegan a sufrir lo
mismo que ella.
«El estrés y el sufrimiento que se muestra en la pantalla puede ser transmitido a los espectadores a través de la televisión», explica Veronika Engert, una de las autoras del estudio.
Esta investigación ha demostrado que el estrés puede ser transmitido a
través de la pantalla gracias a las actuaciones dramáticas o de la
presión que sienten los personajes. «Sólo basta con ver a alquien de la ficción en una situación difícil
para desencadenar estos cuadros, incluso cuando el personaje de
televisión es un completo desconocido en la vida real»
El estudio no se limita a constatar qué efectos exactos suceden cuando
se ve al protagonista en una situación complicada.
En sus experimentos,
los científicos han medido los niveles de tensión y de cortisol, una
hormona que produce el cuerpo como respuesta al estrés llegando a la
conclusión de que el estrés es contagioso.
«La liberación hormonal es asombrosa» «Hay un mecanismo de
transmisión a través de la cual la persona puede llegar a un estado
similar al del personaje».
Breaking bad
Homeland
El tiempo es uno de nuestros bienes más preciados. Un recurso no
renovable que no se puede guardar ni acumular y que tampoco se puede
fabricar. Es, de todos los medios disponibles, el que está repartido más
democráticamente, pues ricos y pobres tienen las mismas horas cada día.
Sin embargo, nuestras sociedades productivistas lo han convertido en un
bien mal utilizado, una veces por causa de las largas jornadas de
trabajo y otras a consecuencia de los numerosos distractores que nos
llenan la vida de un ocio muy poco creativo.
En nuestra opinión, vivimos sin pensar en como estamos viviendo, que es lo que estamos haciendo con esto que llamamos vida, y estamos confundidos, por que el tiempo es imposible de recuperar y es muy facil arrepentirte de aquellas cosas que no has hecho cuando tenías que hacerlo y es algo imposible de recuperar por lo que eso siempre lo llevarás contigo, pensamos que nos queda mucha vida por vivir, pero de aquí a muy poco tiempo, seremos adultos, y un poco tiempo despues séremos ancianos por lo que tenemos que aprovechar cada momento que nos da la vida.
Estamos perdiendo el alma, que se mueve despacio, con una enfermedad llamada estrés y de un cambio en las prioridades de nuestra
vida: dedicamos más tiempo a ver cómo usar nuestro dinero (un recurso
renovable) que a organizar el uso de nuestro tiempo (un recurso
no renovable).
En el único momento que valoramos nuestra vida y el tiempo que tenemos, es cuando nos ocurre algo realmente malo que nos hace pensar que estamos haciendo con nuestra vida, como un accidente, una enfermedad, pero cuando todo eso pasa, volvemos a ser las mismas personas de siempre, sin pensar en el tiempo que nos queda.
Tenemos
que empezar a preocuparnos por lo que de verdad importa, y lo que es
importante para nosotros, nuestro tiempo, el tiempo que nunca vamos a
recuperar, y del que nos arrepentiremos si no lo usamos como es debido.
Como ya sabemos, el dengue es una enfermedad infecciosa, causada por el virus del dengue, que es transmitido por la especie de mosquitos Aedes aegypt. La infección causa síntomas gripales, y en ocasiones evoluciona hasta convertirse en un cuadro potencialmente mortal La prevención y el control del dengue dependen exclusivamente de las medidas eficaces de lucha contra el vector transmisor, el mosquito. Los países en los que más se da esta enfermedad es en países sudamericanos como Brasil.
El avance que presentamos hoy es ni más ni menos que los mosquitos de la especie, Aedes aegypti, han sido genéticamente modificados con el propósito de dar un paso crucial en el combate contra estos insectos, principales transmisores de la enfermedad del dengue, que el año pasado padecieron 1.5 millones de personas en el país de Brasil y provocó 545 muertes. La Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio) aprobó con 16 votos a favor y sólo uno en contra, la comercialización de la variante macho OX513A de la especie, a la que se han introducido dos genes adicionales que les impiden tener crías viables. Con esta manipulación genética el mosquito puede procrear, pero sus descendientes morirán antes de llegar a la fase adulta, lo que puede reducir a su mínima expresión la población de Aedes aegypti y así reducir el número de personas infectadas por el dengue y reducir el número de víctimas del dengue. Sin embargo, aún hay algunas organizaciones que alertan del riesgo biológico que puede suponer la erradicación del insecto.
Esta investigación ya ha logrado reducir hasta el 90% de la especie en algunos lugares del mundo, como por ejemplo en el interior del Estado de Bahía, los machos transgénicos no pican y sólo las hembras tienen la capacidad de transmitir el dengue.
Hasta ahora el proyecto está funcionando bien, aunque algunas asociaciones alertan de riesgos posibles que pueda tener este avance científico.
La bióloga especializada en mosquitos, Margareth Capurro ha afirmado que es importante que tomemos algunas precauciones y que no podemos lanzar al mercado mosquitos con deficiencias, o dejar escapar hembras. Sería como vender leche contaminada.
Parece ser que el genetista Craig Venter va a desarrollar pulmones de cerdos modificados genéticamente para que sean compatibles con los humanos, si lo consigue, será un avance y podría dar solución a la urgente necesidad de trasplantes de órganos para personas con enfermedades pulmonares terminales. La empresa de Venter Synthetic Genomics alcanzó un acuerdo de varios años con la filial de United Therapeutics Lung Biotechnology para desarrollar los llamados órganos humanizados de cerdos. La alianza trata de avanzar en el esfuerzo de United Therapeutics para desarrollar órganos de repuesto que crezcan en cerdos genéticamente modificados. Esto es posible, ya que los humanos y los cerdos comparten más del 90% de los genes. Este avance ya lo han intentado otros científicos antes y han fracasado, debido a las diferencias en el genoma que provocaban rechazo de los órganos y coagulación sanguínea.
Investigando un poco más, para no fracasar como los anteriores lo hicieron, lo que hará el equipo de Venter es determinar qué aspectos del genoma porcino necesitan ser cambiados para que desarrollen pulmones compatibles con los humanos, evitando el rechazo que sucede incluso entre trasplantes de procedencia humana, también hará cambios en el genoma del cerdo y dará a United Therapeutics células modificadas. United Therapeutics las tomará y las trasplantará en embriones de cerdo, creando embriones que nacerán con pulmones compatibles con el ser humano, y de este modo quizá se puede conseguir el objetivo que quieren alcanzar.
Con lo cual, Si todo marcha bien, Venter cree que su equipo podrá obtener esas células en pocos años. Probar los órganos humanizados en ensayos clínicos para asegurarse de que son seguros llevará más tiempo.
Pero aún hay más, Si el equipo tiene éxito con los pulmones, los corazones y riñones de estos animales también podrían servir para un trasplante en humanos.
Esto parece ser un gran avance en la ciencia y en la vida en sí.